A. LANGE & SÖHNE LANGEMATIK

14 Ago 2019

POR Mercedes Lobo

El Langematik Perpetual es uno de mis relojes favoritos de A. Lange & Söhne y por eso me encantó descubrir una nueva versión en el Salón Internacional de Alta Relojería (SIHH) de Ginebra 2019. El Langematik Perpetual Honeygold se presenta en una edición limitada de 100 ejemplares y caja de oro “Honeygold” que A. Lange & Söhne reserva para piezas especiales.

PERPETUAL HONEYGOLD

El Langematik Perpetual es uno de mis relojes favoritos de A. Lange & Söhne y por eso me encantó descubrir una nueva versión en el Salón Internacional de Alta Relojería (SIHH) de Ginebra 2019. El Langematik Perpetual Honeygold se presenta en una edición limitada de 100 ejemplares y caja de oro “Honeygold” que A. Lange & Söhne reserva para piezas especiales.
De hecho, me gustó mucho esta novedad por dos razones. En primer lugar, por las cualidades propias del Langematik Perpetual. Y luego porque este nuevo modelo presenta unos detalles concretos muy atractivos.

Básicamente, el Langematik Perpetual es el arquetipo de un reloj de calendario perpetuo muy logrado. Si el reloj nunca se detuviera, mostraría las fechas hasta el año 2100 sin error. Así pues, la visualización del día utilizando la fecha grande típica de A. Lange & Söhne es ideal: esta puede leerse de inmediato y sin esfuerzo. Por otro lado, en su lanzamiento en 2001, el Langematik Perpetual fue el primer reloj que ofrecía una visualización de este tipo combinada con un mecanismo de calendario perpetuo. Además, ajustar el reloj es fácil gracias a los pulsadores que permiten que los diferentes elementos de visualización avancen por separado o juntos. Pero, sobre todo, el Langematik Perpetual se distingue por el atractivo de su calibre automático L922.1.

Considero que este movimiento tipo SAX-O-MAT es uno de los más bellos en el segmento de la alta relojería. Su arquitectura es original porque tiene un rotor de 3/4 que es más grande que un microrrotor. Le permite beneficiarse de la calidad de los acabados de la manufactura sajona, incluyendo la decoración de los puentes y el grabado del puente del regulador de cuello de cisne. El rotor en sí es una fiesta para la vista, con su parte principal en oro de 21 quilates y su masa periférica en platino. La frecuencia del movimiento es de 21.600 alternancias por hora y su reserva de marcha es de 46 horas.
Por último, el Langematik Perpetual ofrece una organización racional de la esfera, en la que destaca la gran fecha en su parte superior y las fases lunares, que aportan un toque poético a su base. Los demás elementos se distribuyen en dos esferas secundarias alineadas horizontalmente. Esta sensación de equilibrio se refleja en la caja, cuyo diámetro de 38,5 mm y su grueso de 10,2 mm definen unas proporciones armoniosas y elegantes.

Dos elementos clave permiten distinguir el Langematik Perpetual “Honeygold”. La caja de oro “Honeygold” en primer lugar: este metal, exclusivo de la manufactura sajona, es particularmente resistente. Además, su acabado visual es sutil y variable: dependiendo de las condiciones, el “oro miel” puede parecerse más al oro amarillo o al oro blanco, lo que produce un efecto muy agradable. Cabe destacar que las manecillas y los índices también están fabricados en “oro miel”. Por último, la zona periférica sobre la que se aplican los números romanos está estriada, lo que confiere a la esfera un aspecto más elaborado. Estos dos elementos, sin transformar el reloj, le aportan sin duda alguna un atractivo adicional.
El Langematik Perpetual Honeygold es, por lo tanto, un reloj muy logrado porque combina el interés técnico, la calidad de los acabados y los refinados detalles estéticos. También es práctico y fácil de llevar a diario, lo que supone toda una ventaja para este tipo de complicación. Estas son las razones por las que considero que es un referente entre los relojes de calendario perpetuo de la alta relojería.

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