A petición de Phillippe Patek en 1976, Gerald Genta diseñó una pieza excepcional, todavía hoy considerada un referente. Al igual que el Royal Oak, también se inspiró en el mundo náutico, pero esta vez tomado de las ventanillas de los barcos transatlánticos. El reloj recibió el nombre de Nautilus en homenaje al submarino del Capitán Nemo en la novela de Julio Verne “20.000 leguas de viaje submarino”.