En 1967 Tudor iniciaba el desarrollo de un reloj de submarinismo que debía sustituir al Oyster Prince Submariner 7928 siguiendo las especificaciones dictadas por el Gobierno de los EE.UU con el objetivo de poder homologarlo para uso militar. Este proyecto ambicioso, bautizado con el nombre en código «Commando», nunca llegaría a ver la luz pese a que se desarrollaron varios prototipos y una patente para una función inédita.
El nuevo Tudor Black Bay P01 se inspira directamente en uno de esos prototipos de finales de los años 60 reflejando el carácter experimental del proyecto, una combinación de reloj de submarinismo y de navegación.

Características del Tudor Black Bay P01: único en su clase
El elemento más característico del Black Bay P01 es el sistema de eslabón abatible que permite bloquear el bisel giratorio bidireccional. Función esencial para evitar que el bisel sea manipulado por accidente durante la inmersión, lo que conllevaría un error de medición del tiempo transcurrido bajo el agua. También nos llamará la atención la posición inusual de la corona, situada a las 4h.

La robusta caja de Black Bay P01 tiene un diámetro de 42 mm y es hermética hasta 200 metros. Está equipado con una esfera abombada negra mate, con marcadores de hora luminiscentes pintados. Fiel a la estética utilitaria del prototipo en que se inspira, la caja está totalmente satinada con un acabado mate.
Al igual que los demás modelos de la línea Black Bay, el P01 adopta las agujas TUDOR con sus características agujas de forma angulosa, conocidas por los coleccionistas con el nombre de «Snowflake», que aparecían en el catálogo de la marca de 1969.

Maquinaria de manufactura
El calibre de manufactura MT5612 con el que está equipado el Black Bay P01 presenta las funciones de horas, minutos, segundos y fecha. Sus acabados son típicos de los calibres de manufactura de TUDOR. El rotor troquelado está satinado con detalles pulidos a chorro de arena, mientras que los puentes y la placa alternan superficies pulidas a chorro de arena y decoraciones láser.
El diseño de este calibre garantiza resistencia, longevidad y fiabilidad y cuenta con la certificación oficial del COSC (Control Oficial Suizo de Cronómetros).
Ofrece una reserva de marcha de 70 horas, por lo que el portador del reloj puede quitárselo un viernes por la tarde y volver a ponérselo el lunes por la mañana sin tener que reajustarlo ni darle cuerda

La opinión del experto
El diseño fuera de lo común y la historia en la que se inspira el Tudor Balck Bay P01 lo convierten en un reloj llamado a ser una pieza de colección. Si además le sumamos un mecanismo de manufactura con unas excepcionales cualidades técnicas como la espiral de silicio obtenemos como resultado un reloj perfecto para aquellos que busquen un reloj de estética vintage que se le aleje de los cánones más clásicos.