La próxima noche de San Juan será muy especial. Como siempre, tendremos fiestas, cenas, amistades y muchas fogatas. También una compañera muy especial en forma de luna llena, cuyo ciclo comenzará un día antes. No es una luna llena cualquiera. Antiguamente se la conocía como la luna de las flores y en Estados Unidos toma la denominación de Luna de Fresa por coincidir su llegada con su recolección por parte de los nativos americanos.
Como vemos, la luna ofrece muchos motivos para estemos atenta a ella este mes de junio. Por esta razón se nos ha ocurrido hacer una selección de algunos de los mejores relojes con fases lunares del mercado.
Tenemos mucho para elegir, porque las fases lunares es una de las complicaciones más habituales de la relojería. Esto ocurre por tradición (ya encontramos fases lunares en los primeros relojes mecánicos de hace cuatrocientos años), pero también por vistosidad y una fabricación relativamente sencilla. Lo último tiene una explicación matemática.
Una fase lunar dura exactamente 29 días, 12 horas, 44 minutos y 3 segundos. Para incluir una fase lunar fiable hay que incluir un disco de 59 dientes capaz de medir dos ciclos lunares, con una duración cada uno de 29 días y 12 horas. La diferencia resultante es la que se debe corregir cada cierto tiempo, según la precisión del movimiento. En la actualidad, la norma habitual de fabricación en Alta Relojería mecánica establece una desviación de un día por cada 122 años. Aunque hay firmas que han perfeccionado sus mecanismos hasta reducir esta desviación a prácticamente nada, como veremos a continuación.
Pero una fase lunar no es solo precisión. También es belleza, creatividad y poesía. No es extraño que sea habitual encontrarla en los relojes femeninos. También hemos incluido aquí una selección de relojes para mujer, con algunas de las propuestas recientes que mejor han sabido explotar todo el potencial artístico de esta bella complicación.
IWC Schaffhausen Portugieser Eternal Calendar
Como decíamos antes, las grandes casas relojeras han afinado sus movimientos con fases lunares hasta conseguir una desviación de un día completo por cada ciclo de 122 años. Es una medida asombrosa. Sin embargo, algunas firmas han querido ir más allá con el deseo de conseguir las fases lunares más exactas del mercado. Tenemos, por ejemplo, la firma independiente Haldimann, con sus fases lunares ajustadas a un ciclo de mil años. H. Moser & Cie. fue más allá y alcanzó en su hoy descatalogado Perpetual Moon una precisión de un día de desviación por cada ciclo de 1.027 años. Todas estas cifras palidecen ante el récord alcanzado por IWC Schaffhausen con el flamante Portugieser Eternal Calendar, con una exactitud de un día desviado ¡cada 45 millones de años!

Lo han conseguido introduciendo un tren de engranaje reductor conectado a la indicación de fases lunares que incluye tres ruedas intermedias con un número variable de dientes. Su diseño y dimensiones se establecieron mediante complejos cálculos de ordenador a partir de más de 22 billones de variables existentes. Todas son cifras que asustan nada más leerlas, pero las cuales nos permiten disfrutar del que ahora mismo es el reloj de pulsera astronómico más preciso del mercado, preparado también para controlar los ciclos de años bisiestos hasta el 3999.

El IWC Perpetual Calendar se ha presentado en la pasada edición de Watches & Wonders en un formato único de caja de platino de 44,5 milímetros de diámetro y esfera de cristal lacada en blanco.
Nunca un reloj se ha acercado de un modo tan claro al concepto de Eternidad.
JAEGER-LECOULTRE Duometre Chronograph Moon
La manufactura de Le Sentier propone un modo muy original de mostrar las fases lunares en una colección pensada para los amantes de la Alta Relojería mecánica más exclusiva. La tecnología Duometre fue creada por Jaeger-LeCoultre en 2007 con el objetivo de asegurarse la máxima precisión. Para ello desarrolló un mecanismo compuesto de dos fuentes de energía y trenes de transmisión independientes, compartiendo ambos un mismo órgano regulador. Uno de los sistemas se encargaba de controlar las funciones del reloj, mientras el otro se dedicaba en exclusiva a la precisión de las indicaciones horarias. La firma acaba de actualizar la colección con una estética más contemporánea y nuevos movimientos, entre los cuales se encuentra este Duometre Chronograph Moon, que incluye las funciones del cronógrafo, fases lunares, indicación día/ noche, doble reserva de marcha y segundero fulminante.

El Duometre Chronograph Moon es una creación espectacular que enamorará a todos los fanáticos de la relojería. Disponible en oro rosa o platino, la caja tiene un diámetro de 42,5 milímetros, protegida por un cristal de zafiro convexo que garantiza una perfecta visión de la esfera. En esta encontramos unas aperturas en la mitad inferior que no solo tienen una función estética, sino que también permiten ensamblar algunos de los 482 componentes de su calibre de carga manual. Agazapada en el interior del contador del cronógrafo encontramos las fases lunares. Una máquina pensada para disfrutar de la precisión en todo su esplendor.
VACHERON CONSTANTIN Patrimony Fase lunar y fecha retrógada
Volvemos a las disposiciones clásicas, bien representadas para la ocasión por Vacheron Constantin, la firma en activo más antigua del mundo, fundada en 1755. Vacheron Constantin tiene fama de hacer algunas de las esferas más perfectas del mercado, con un perfecto equilibrio entre sus elementos y excelente facturación. Entre todas ellas destacan las de la colección Patrimony, creada en 2004 e inspirada en los modelos de la década de 1950, considerada la edad de oro de la relojería mecánica. Todos los Patrimony son relojes en apariencia sencillos, pero cuyo diseño esconde una larga tradición y conocimientos estilísticos. El Patrimony Fase Lunar y Fecha Retrógrada nos traslada a ese elegante pasado de la relojería de mediados del siglo XX con un diseño muy limpio y una esfera dividida en dos. La parte superior queda ocupada por un fechador retrógrado, mientras en la inferior encontramos una pequeña ventana de fases lunares que aporta al reloj un eficaz cromatismo.

El Patrimony Fase Lunar y Fecha Retrógrada se acaba de presentar en una nueva versión en respuesta a las nuevas tendencias del mercado. La caja de oro blanco viene acompañada de una esfera en tonalidad de plata envejecida y unos elementos (agujas e índices) en oro rosa. El perfecto complemento lo encontramos en la correa de piel de aligátor, en un original color verde oliva. El Patrimony Fase Lunar y Fecha Retrógrada tiene un diámetro de 42,5 milímetros por una altura de apenas 9,7. Equipa un movimiento manufactura de carga automática, con masa oscilante de oro de 22 quilates decorada con la Cruz de Malta y visible a través del fondo transparente de zafiro de la caja.
HERMÈS Arceau L’Heure de la Lune
La firma francesa siempre ha destacado por su libérrima creatividad. También en sus complicaciones. Se plantean de un modo completamente diferente al resto de las firmas del mercado, siempre buscando la originalidad y la poesía. Un ejemplo es el Arceau L’Heure de la Lune, fascinante creación donde la indicación de las fases lunares de ambos hemisferios terrestres se consigue mediante la superposición de dos esferas flotantes, una para la indicación horaria y otra con la fecha. Este dispositivo giratorio completa una vuelta la esfera cada 59 días, el tiempo exacto para completar por dos veces el ciclo lunar.

El Arceau L’Heure de la Lune está disponible en diferentes versiones, aunque todas comparten la misma base mecánica. La caja, de forma asimétrica y diseñada por Henri d’Origny en 1978, tiene un diámetro de 43 milímetros. El modelo de la imagen corresponde a la referencia con esfera de lapislázuli, aunque también es posible encontrar en meteorito y diferentes piedras naturales. El movimiento automático es de origen manufactura, con referencia Hermès H1837, de carga automática. Y un detalle que no conviene pasar por alto. Si nos fijamos en la superficie lunar del hemisferio sur, encontraremos un calco de un Pegaso extraído del motivo «Pleine Lune», diseñado por Dimitri Rybaltchenko. Una de las delicadas sorpresas a las que no tienen acostumbrados la gente de Hermès.

BREGUET Classique 7337
Las fases lunares son una de las complicaciones más características de la firma Breguet. Ya las usaba en fundador de la firma a finales del siglo XVIII en los relojes que tanta fama le dieron. Esta legitimidad histórica aparece en el exquisito Classique 7337, dentro de su colección más clásica, muy vinculada estética a las primeras creaciones de Abraham-Louis Breguet. Este modelo en concreto se inspira en un antiguo reloj de bolsillo de 1823, con la esfera horaria descentrada que cede espacio en el frontal para la indicación de las fases lunares, flanqueada por dos pequeñas ventanas para la mostrar la fecha y día de la semana. Centrados en las fases lunares, su realización es magnífica, con unas nubes grabadas que bordean el cielo estrella de la Vía Láctea y una luna realizada con una pastilla de oro con relieves pulidos y grabados en mate.

La imagen que más nos gusta del Classique 7337 es esta versión en oro blanco, con una esfera igualmente elaborada en oro y decorada con un azul Breguet, el color de la realeza. Como es tradición en la marca, toda la superficie está trabajada con el tradicional guilloché Clous de Paris, una de las señas de identidad de Breguet desde sus inicios. La caja tiene un diámetro de 39 milímetros y un grosor por debajo de los 10 milímetros. En su interior aloja un movimiento ultraplano de última generación, carga automática y conjunto del órgano regulador realizado en silicio. También está disponible en oro rosa y esfera plateada.
BLANCPAIN Villeret Collection Quantième Phases de Lune.
Siempre se ha dicho que las fases de luna son la complicación más femenina, y aquí Blancpain nos lo muestra en su mejor versión. La colección clásica Villeret se viste de fiesta en una delicada pieza de influencias Art Déco. Junto al índice de las 6 horas aparece las fases lunares. No es una representación cualquiera: como en los antiguos relojes de pared, la luna adquiere un aspecto antropomórfico, aunque en esta ocasión con rostro de mujer. Una peca en forma de estrella nos recuerda el vínculo de la relojería con la astronomía.

El Villeret Collection Quantième Phases De Lune se presenta en versiones en oro rosa o acero, con un diámetro de apenas 33,20 milímetros, muy en la línea de los famosos minirrelojes femeninos de Blancpain que tanta fama adquirieron en la década de 1950. El bisel está engastado con una hilera de diamantes, con un peso total que ronda 1 quilate. También encontramos diamantes en los índices de la esfera. Pero hablamos de Blancpain y esto significa por encima de todo hacerlo de una de las mejores manufacturas suizas. Lo comprobamos en su calibre automático 913QL.P, con 40 horas de reserva de marcha e indicaciones de calendario y fases lunares. La Alta Relojería femenina en su máximo esplendor.


GLASHÜTTE ORIGINAL Serenade Luna.
Una nueva colección que rompe los esquemas a los que nos tiene habituados esta prestigiosa firma alemana. El Serenade Luna es un reloj muy femenino, que no olvida incorporar un toque romántico, pero pensado para una mujer joven que busca un reloj tanto para el día como la noche. La indicación de fases lunares acapara toda la atención gracias a su enorme tamaño, en contraste con el pequeño diámetro de la caja, de apenas 32,5 milímetros. Su presentación en cuatro versiones diferentes abre el arco de opciones para satisfacer los gustos y necesidad de todas las aficionadas a la relojería.

El Serenade Luna está disponible tanto en acero como en oro rosa. Según las versiones, encontramos bisel liso o engastado con 48 diamantes. Las esferas son en nácar o acabado soleil en verde o azul. Destacamos también la versión más sencilla, con un brazalete metálico de acero, ideal para las clientas más jóvenes. Como es habitual en Glashütte Original, el movimiento, exclusivo de esta colección, ha sido desarrollado y fabricado en las instalaciones de la propia firma. Es de carga automática, con una reserva de marcha de 60 horas y equipado con espiral de silicio, inmune a los campos magnéticos.